domingo, 8 de diciembre de 2013

'Albóndiga Suicida' (aka 'Breaking Ball')

Os prometí un vídeo de este giro que conseguí hace poco.
Me ha costado unos cuantos coscorrones, pero ¡por fin!
Con todxs ustedes, en primicia y exclusiva, algo que no encontrarán en youtube:
 la 'Albóndiga Suicida' (aka 'Breaking Ball')




lunes, 2 de diciembre de 2013

progresos de noviembre

El martes pasado tuve la última clase de este mes (¡ooohh!) y voy a hacer un pequeño resumen de los progresos que he conseguido. Esto es algo que recomiendo, no importa cuántos meses lleves practicando: intenta hacerte fotos y vídeos desde el principio, y también un breve repaso mental o mejor por escrito, de los giros y figuras que vas logrando hacer. No sólo serás más consciente de tu evolución, sino que podrás comprobar cómo va cambiando tu concepción de lo 'imposible'.

Bien, pues ahí va:

-LOGROS: Que ya está dominado.

*Superman: Una pregunta tonta: ¿Por qué seguimos llamándolo SuperMan si el 99% de las que hacemos pole somos mujeres? Ajá, lo sé, es una chorrada, pero si hablamos con propiedad, lo que hacemos es la SuperWoman. Olé ahí. Empecé a intentar esta figura en agosto, no es que me haya obcecado con ella pero intento practicarla a menudo, y creo que ¡por fin! puedo decir que ya está dominada. De hecho ya no me duele de manera insufrible. Ya sólo me duele lo normal. Ja.

cuando no hacía pole, pensaba 'bueh, eso debe ser de lo facilito'
ja, ja. 

*El Buda: Al principio me torcía, y ahora ya lo hago rápido y sin torcerme. Me hace mucha gracia esta figura y me gusta mucho haberle pillado el punto.

*La Albóndiga Suicida (aka 'Breaking Ball'): Pues sí, qué pasa, cada uno llama a las figuras como le sale del arco del triunfo, así que yo también. Este giro me ha costado algún que otro coscorrón con la barra, es normal. Así que me encanta que ya me salga, porque hubo un momento en que me cabreaba intentarlo, de pura frustración. Lo haré, sí,  pondré un vídeo o algo más descriptivo de este giro.

*La Bailarina: Por fin, le tenía muchas ganas. He dicho 'me sale', no me queda nada bonita, pero me sale, oh sí. Done is better than perfect.
Este movimiento es el que aparece en el 00:22 de este vídeo de Dirdy Birdy (sus tutoriales me gustan mucho) aunque ella lo hace aéreo y con ese pedazo estilazo, y soy como un pollo desencajado pero, ahí está. Ya lo tengo.



-AVANCES: Que no está dominado pero va por buen camino.

*Correr para tomar impulso (aka 'Run, Forest, Run'): Lo voy mejorando. Me queda practicar, pero creo que por fin lo he pillado.

*Layback (aka 'Palanca'): Manía mía, me da bastante cague desde el principio. No por nada en especial, es sólo el pensamiento recurrente de que una mala caída en esta postura me podría desnucar. Tonterías mías. Voy a practicarla mucho en mi Junca, con el sofá detrás como colchoneta. Sé que tengo que dominar esta figura porque de ella salen muchísimas más. También me echa para atrás que me resulta muy muy muy dolorosa. Eso también se pasará a medida que la practique, pero de momento es una cosa horrorosa. 

casi siempre que estoy colgada así,
incluso sin esos zancos
pienso
"Pero ¿qué necesidad?"

*Flexibilidad: Empiezo a notar alguna mejoría y a preocuparme por ello, quiero mejorarla. Yo de pequeña era la típica niña de goma y me da muchísima rabia haberlo perdido. Y quiero recuperar lo que pueda. De todas formas, no es imprescindible para hacer pole, ya lo he comentado en alguna ocasión. Es un extra, un extra muy vistoso y muy estético, pero no una necesidad.

*La Escuadra: Una figura que no me resultaba estimulante ni estética ni físicamente, pero que hay que lograr en algún momento del nivel intermedio, porque es otra figura comodín: se llega a ella de mil maneras, y de ella pueden salir mil figuras. Necesito ayuda para la subida, pero cada vez menos para mantener el equilibrio. De hecho la última clase aguanté dos o tres segundillo sola. Así que va encaminada: sólo tengo que practicar, practicar y practicar. Las primeras veces notaba los hombros a punto de chascar y me daba un tirón en el costillar derecho, siempre. Ahora ya no. Y pronto será mía. Sigue siendo una figura que no me entusiasma, pero ya empiezo a cogerle cariño, no sé, como a un amigo un poco pesado pero con buen fondo. 

Aquí os dejo un tutorial en inglés sobre la escuadra (twisted grip handspring). Parece jodidillo, pero no, es jodido del todo.



*Mis antiempeines: Van mejoraaaaaando. Que sí, que sí. Creo que pasan desapercibidos, y eso ya es un triunfo. Y me lo curro, ¿eh?. En el curro me descalzo disimuladamente y empiezo flex, punta, flex, punta, flex, punta, dale que te pego.

Próximamente, Lo Que Veía Como Imposible Pero Ya No.

Y mañana...mi primera clase de diciembre, décimo mes. ¡Qué ganas!



martes, 26 de noviembre de 2013

heridas de batalla (I) el ampocallo galopante

Como bien sabrás (y sufrirás) si practicas pole, al principio más y luego de vez en cuando, la piel de las manos sufre rozaduras, a veces quemaduras, ampollas y callos. Así es. 
mano de una pole dancer que lo ha dado todo
Hacía ya mucho que no me pasaba, pero como ya os conté, con el intensivo del sábado mi mano derecha sufrió bastante y necesitaba curarla rápido para poder aprovechar un poco la clase de mañana. Como aquí cada una tiene sus truquillos pero a cada cual le va bien una cosa, os voy a contar mi modus operandi por si os resulta útil alguna vez.

Este es mi kit de primeros auxilios polistas:

una vez entré en una farmacia, pedí Compeed y esparadrapo y la chica me dijo:
-¿Vas a hacer el Camino de Santiago?



Esparadrapo para prevenir y para cubrir lo inevitable y poder así terminar la clase. Compeed ampollas para las ampollas, abiertas o no. Llegó a mis oídos que una chica se puso Compeed para callos en una ampolla abierta y se le lió la de Dios es Cristo. Pues no: hay que dar a la ampolla lo que es de la ampolla, y al callo lo que es del callo. ¿Y si es un ampocallo? 

Me alegro de que me hagas esa pregunta, verás:

Tenía un callo, debajo del cual me salió una ampolla. La cura de mi ampocallo ha sido la siguiente:

-Cuando llegué a casa, pinché con un alfiler desinfectado la ampolla, con mucho cuidado, y lo lavé con agua oxigenada y agua. Inmediatamente me puse media Compeed. Es un mito lo de que no se pueden cortar. Vaya si se puede. Es que quieren vender más, por eso ponen 5 unidades por paquete. Oigan, que eso es impar. Está hecho a mala idea. Mira que adoro estos chismes, pero hay que reconocer que con eso no se tiran mucho el rollo. Total, que corté media compeed (de las grandes) y me la puse sobre el ampocallo y la pequeña ampollita reventada que es una pobre secundaria en esta historia. 

-Lo dejé ahí unas 24hs, hasta anoche que me lo quité con cuidado y claro, cuando te lo quitas la piel está tierna porque te crea un miniclima de humedad que hace que no te salga costra, sino que te regenera la piel directamente, y eso está muy bien si tienes tres o cuatro días por delante para dejarlo curar. En ese caso yo dejo Compeed tres días y la tercera noche lo dejo al aire. El cuarto día me pongo otra y lo dejo una noche más. El quinto día está ya curado. Pero esta vez tenía prisa. 

-Así que me puse a echarme Blastoestimulina. Muchas compañeras hablan genial de esta pomada. Yo la tenía en casa porque me la mandaron como cicatrizante de la herida de la operación de mi gata así que me alegro de poder aprovecharla para algo más alegre, quién lo iba a decir. El caso es que la había usado alguna vez, y no había notado demasiado.

MAL POR MÍ. No supe apreciarla. Resulta que anoche, ya en la cama, recordé que estas cosas actúan mejor si se tapan. Pero me parecía poca cosa ponerme una tirita o una gasa empapada en Blasto. Entonces me acordé de Victoria Beckham, decían que se untaba las manos en vaselina, después se ponía guantes y se iba a dormir para tener las manos suaves por la mañana. Y pensé que no tengo guantes de algodón, y los de lana estaban descartados para este fin, pero...tengo calcetines de algodón, unos especiales para eso mismo, embardurnarte los pies en crema y ponértelos para dormir, que me compré por probar porque una vecina muy simpática me pasaba el catálogo de Oriflame. Creo que los he usado un par de veces, porque la sensación de dormir con los pies pringados me resulta más rara que reconfortante el hecho de encontrármelos un poco más suaves por la mañana. Pero ahí están. Qué ideón:

Busqué un calcetín de estos que os digo, que son ultrasuaves (y tienen forma de patuco raro), me puse una cantidad bien generosa de Blasto por toda la palma y con la satisfacción del que inventó el agua caliente me fui a dormir. 

Resultado: Por la mañana (es un decir, porque eran las malditas seis de la madrugada) el panorama había mejorado mucho. 


Hoy me he puesto Blasto varias veces, en pequeñas dosis a lo largo del día y esta noche otra vez dormiré a lo Victoria Beckham, osea. 

Y seguro que mañana estará mejor. De todas formas "mejor" no es "curado", y mañana no podré hacerlo todo, pero se hará lo que se pueda. Me pondré esparadrapo e intentaré practicar un poco con la otra mano.

Y vosotras, ¿tenéis trucos para las heridas de batalla con la barra? ¿algún remedio casero milagroso que queráis compartir? 


...y muy pronto: 
heridas de batalla (II) moratones a montones


jueves, 21 de noviembre de 2013

noviembre

Supongo que otras mujeres de mi edad, en nueve meses dan a luz bebés. Yo llevo ese tiempo practicando pole dance una o, con suerte, un par de veces por semana, y estoy pariendo mariposas, escorpionas que se convierten en géminis, garabatos y otros muchos seres. 

Esto engancha cada vez más, tanto que se me ha ido de las manos y he comprado una barra que está en camino. No la puedo poner en mi casa porque no cabe de ninguna de las maneras, pero mi amor, que por algo lo es, me va a dejar ponerla en su salón para que pueda practicar. Nos esperan horas y horas de entretenimiento. Ya ves, otros se compran una moto, o consolas de videojuegos o yo qué sé. A mí, hacia mucho tiempo que nada material me ilusionaba tanto como tener mi propia barra. Estará pasando frío ahí en la caja, en un camión, por las carreteras de Bruselas camino de Madrid. Pobrecita. Yo la voy a cuidar mucho y voy a darle calorcito con mis manos (y mis corvas, y mis brazos, y mi entremuslo).

como veis, me siento bastante zen. 

Y por si fuera poco, este sábado...intensivo de tres horas largas con Marina Diaz, mi increíble profesora, en Madrid Pole Dance Studio. Si mi barra llegara el viernes...me iría de ahí a estrenarla y bautizarla. Así que esto es un no parar. Nos pasa a todas las que llevamos un tiempo: estamos cada vez más enganchadas. ¡Queremos más, más, más!

jueves, 17 de octubre de 2013

el pole sirve para esto:

Vas paseando, te encuentras la calle de Frida Kahlo, tu pintora preferida y musa personal desde que eras cría, y puedes hacerle un homenaje en forma de mariposa. :)





Y aquí, aunque no se vea, es la calle de Marguerite Duras, una de mis escritoras favoritas. Quise hacer un Cupido, por aquello de que es la escritora del libro El amante, pero con el sol en contra, la foto salía muy oscura. Así que decidimos hacer un 'asombrados'. Habrá que repetir esta foto de frente algún día.





lunes, 7 de octubre de 2013

octubre- living las telas

Bien, poco después de mis estupendos propósitos de repoblar este blog me quedé sin internet y sin propósitos. Bueno, pausa hecha, fuerzas retomadas, aquí estoy:

Comienzo mi octavo mes con el pole dance (una clase a la semana y algún extra esporádico de práctica solitaria) y he cumplido mi primer mes (cuatro clases de una hora) de telas aéreas.

Mientras que en el pole dance estoy un poco estancada (es un hecho que necesito dedicarle más horas si quiero avanzar más rápido) en las telas estoy en pleno subidón, y eso es gratificante.

Bueno, este mes que ha pasado desde la última vez que escribí he conseguido hacer algunas figuras nuevas en pole (variantes del superman, el rocket y alguna más) aunque sin dominarlas del todo, claro. Lo que daría por unos metros cuadrados más en mi casa, con ocho me vale, para poder tener una barra. Ays. En fin, que para lo poco que lo estoy practicando, me mantengo e incluso tengo algunas mejoras, pero nada sustancial.

En cambio, en las telas todo es nuevo y la clase que del sábado pasado, la cuarta ya, me la gocé. Conseguí hacer la secuencia primera-segunda-mariposa-spagat varias veces, y con una sensación muy buena de conciencia corporal, espacial y de las telas.

'posición primera'
detrás, indicando a las otras chicas, es Denis, el Maestro.

'posición segunda'

'spagat'. orgullosa: hacer esto en la cuarta clase superó mis expectativas.


y esta figura que no sé cómo se llama, la practicamos a poca altura
el quid de la cuestión es el nudo, que se llama 'nudo mágico' y se usa también
en magia y en ganchillo, otras de mis pasiones :)  y se pueden hacer un millón de cosas a partir de ese nudo.

Así que estoy muy contenta. Ahora el problema es cómo mantener estos dos vicios. El dilema se puede aplazar un poco porque en lo que queda de octubre sólo puedo ir a una clase más, pero en Noviembre ya veremos...adoro este sitio, pero el horario me viene mal, está lejísimos, en fin. Pero me encanta el ambiente, me gusta mucho cómo enseña Denis y me estoy enamorando de las telas.

Yo no pensaba que esto podría ser mi hobbie. El circo, no sé. Lo veía como un anhelo, era más algo que siempre estuvo fuera, lejísimos de mi alcance. No era una posibilidad. Y de pronto puedo hacer algunas cosas de esas que yo soñaba hacer y que creía que ya eran imposibles. 



lunes, 9 de septiembre de 2013

septiembre y las telas aéreas

Bien, y con esta entrada me pongo al día, ¡lo logré! y a partir de aquí esto será un blog más diverso y divertido y dejaré de hablar sólo de mí misma. 

Creo que fue por mayo, vi un cupón de oferta en internet (soy la niña de las gangas, y también con un cupón de esos empecé a hacer pole dance) para cuatro clases de telas aéreas. Nunca lo hubiera comprado, de no ser porque ya me había picado el gusanillo de las disciplinas aéreas (aro y trapecio: ¡sois los próximos!) pero una vez que eres capaz de trepar bien a la barra, te sientes capaz de hacer más cosas. Por suerte se animó también una de mis compis de pole, así no iba yo sola. El sitio nos queda lejos porque vivimos en Madrid capital y la escuela de telas está en Alcalá de Henares, pero la verdad: era muy barato y había que probar. 

Decidimos ir después del verano, sobre todo para ir adquiriendo el máximo de fuerza con las clases de pole. Creo que fue una buena idea, porque cuanta más fuerza tengas, en efecto, es mucho mejor. Así que el sábado pasado fuimos a tomar nuestra primera clase de telas aéreas. ¡Qué emoción! Tenía unas ganas tremendas de empezar. La escuela se llama A Doble Tiempo y nos recibieron con los brazos abiertos (porque estaban en medio de una clase de acrobacias :) pero no sólo por eso). El local es una pasada, porque es una nave industrial convertida en escuela con diferentes salas, y en una de ellas, de diez metros de altura, están colgadas las preciosas telas. 

El profesor se llama Denis y aunque sólo le conozco de una clase, ya le adoro. Imaginaos: es canadiense, fue gimnasta profesional y luego estuvo actuando varios años en el Circo del Sol. ¡El Circo del Sol! ¡Mi sueño dorado! ¡Lo más de lo más! ¡El Olimpo de los acróbatas!

Esta es su web. Flipad, pequeños mortales.

En nuestra primera clase, aprendimos la técnica básica de trepada en tela, que es muy diferente a cómo se trepa en la barra, pero prácticamente igual que trepar una cuerda (no a pulso, sino con apoyo del pie). Tardamos un poco en pillarle el tacto, pero debo decir que en seguida empezamos a trepar como monas. Desde luego, ayuda muchísimo haber hecho pole dance antes (o cualquier cosa en la que se trabajen bastante los brazos) porque sin fuerza lo llevas de culo, cuesta abajo y sin colchoneta. 

Incluso nos enseñó una primera figura, la Mariposa. Y me encantó que fuera precisamente la mariposa, porque esa es la primera figura en inversión que aprendimos a hacer en la barra. Y por supuesto, nos fue ayudando, pero después de lo duro que es el pole, (mis primeros invertidos en pole fueron a partir de la quinta clase) poder hacer una figura en la primerísima clase de telas me pareció una pasada y un lujo. 

Esta es la secuencia de la Mariposa en Telas Aéreas:


para llegar a este punto:
1) estrenar unos leggins espectaculares y dirigirse a una escuela de telas aéreas
1A) trepar la tela hasta que se considere oportuno y razonable, que estamos empezando.
1B) separar ambas telas (porque se escala con ellas agrupadas, como se observa en mi compi de la tela rosa)
1C) agarrarlas a la altura del pecho, soltar los pies (te quedas suspendida a pulso) y hacer un movimiento envolvente con las piernas, de tal manera que pasen una vez entre los muslos y dos veces a la altura de los tobillos, y colgando hacia dentro de los pies (facilísimo, ¿verdad? pues eso: como te puedes imaginar, las primeras veces lo de los tobillos te lo coloca el profesor, igual que en las figuras nuevas de pole la profesora te guía el cuerpo)  
1D) a todo esto, tenías las telas agarradas por delante de tu cuerpo. Así que ahora pasas un brazo, el otro brazo y el torso por delante de las telas. Te asomas entre ellas.


2A) dar la espalda a la Niñita Comaneci para ignorar el hecho de que te da mil vueltas, y nunca mejor dicho. ja. 
2B)  dejar descender el cuerpo en modo rana. Esto tensa las vueltas de los pies y pinza la tela que está entre ellos. Mantener fuertemente unidos.



3) Soltar las manos, estirar los brazos, equilibrarse, marcar la postura...

...y...


4) ¡arrojarse! 
Aviso: la caída impresiona. 

Me costaba mucho vencer el impulso de querer agarrar la tela al caer. 
Es normal. Hay que familiarizarse con las sensaciones poco a poco. 
Había chicas que llevaban tres o cuatro meses con las telas y hacían unas cosas que nos dejaban boquiabiertas. Cosas increíbles. A muchos metros de altura. De nuevo, la sensación de la primera clase de pole dance al ver a las chicas veteranas: ojos como platos, boca abierta, incredulidad. Y ellas diciendo: ya veréis como si seguís, lo haréis. 

Así que me llevé una primera impresión buenísima, y salí de allí con las endorfinas en ebullición. Estaba que me quería subir a todas partes. A ver ahora, cómo me costeo estos dos vicios. Aún no sé si podré seguir en octubre porque existen varios factores de incertidumbre. Pero ojalá. Si no, seguiré cuando pueda. De momento me quedan tres sábados, tres clases, y me las voy a gozar. 


Y mañana...¡clase de pole! 




domingo, 8 de septiembre de 2013

sexto mes - escorpiona, superwoman y el padre más apañado del mundo

Aquí estoy, a punto de ponerme al día con mi diario de campo de pole dance. Mi sexto mes practicando pole fue agosto. Un mes raro, porque hay vacaciones y horarios locos. Tenía diez días de vacaciones, así que no me apunté a las clases regulares de una vez por semana. 

La gran novedad de agosto fue...¡que mi padre me puso una barra en el patio! Claro, del patio de la casa que tienen en el campo...a 50 km de donde yo vivo :) por lo que no puedo disfrutarla todo lo que quiero, pero aún así ¡madre mía! Fue como un súper regalo de reyes. Es que mi padre es el hombre más habilidoso y mañoso que conozco. Sabe hacer de todo, es como Mac Iver, no exagero.

La cosa empezó porque tiene un leñero en una parte del patio. Lo que sostiene la estructura del leñero son dos puntales de obra. Fui un fin de semana, y miré los puntales como nunca antes los había mirado. El pole te cambia la visión: vas buscando (y encontrando) barras por todas partes. El puntal era perfecto. Fue agarrarlo y saberlo. Me marqué una mariposa ante mi familia y mi padre dijo 

-Pues esa barra te la consigo en cualquier desguace, mujer. 

-¿¿¿En serio, papá??? ¿En serio en serio en serio me pondrías una barra? 

-Sí, hija, ¿así, de ese grosor? Pues claro. Es una barra muy normal. De unas que son de altas presiones, eso sí, que son tan gruesas por dentro que prácticamente son macizas, ¿sabes? eso no se va a tronchar ni aunque os subáis tres. Yo te la consigo.

Lo dijo y lo hizo. Unos días después fue a un desguace y dice que la vio según entró: la barra perfecta. Tres metros y medio de barra por la que le cobraron (al peso) cuatro míseros euros. Cuatro. Uno, dos, tres y cuatro. Por lo que cuesta un paquete de tabaco, mi padre me consiguió una barra. Yo es que le adoro. Siempre ha sido así. 

Quitó una baldosa del patio, excavó un agujero de casi un metro (a punto de reventar una tubería inoportuna, pero no ocurrió), lo llenó de hormigón con la barra en medio y la lijó, le dio dos capas de pintura blanca y quedó como la barra de mis sueños. Hasta me puso una carpa de lona alrededor, que no sólo queda preciosa, es que me resguardaba del sol de agosto. Lo sé, tengo un padre que no me lo merezco.

Esto fue justo antes de mis diez días de vacaciones, que iba a pasar allí. Así que os podéis imaginar: fue llegar y hacerme un intensivo. Con tantas ganas que el primer día me había levantado dos callos en la mano, y durante varios días tuve que tirar de esparadrapo, de pensar NO HAY DOLOR, y de practicar con la mano menos hábil, que es buenísimo pero en clase da pereza, porque hay que aprovechar el tiempo lo máximo posible y yo prefiero aprovecharlo en aprender cosas nuevas con la mano hábil, que ya me cuesta lo mío...y luego ya me encargo yo de practicar con la otra en otro momento.

La verdad, fue muy provechoso. Descubrí una nueva dimensión de felicidad. Salir a entrenar por la noche, con el fresquito, rodeada de jardín, en el campo, a mi ritmo. Me daban ganas de llorar de alegría. No tengo esa posibilidad en mi casa pequeñita de Madrid. No cabe una barra. es así. Hay que asumirlo. Sólo si saco la cama, vacío mi habitación, y duermo en el sofá cama del salón. Una puta locura que de momento no me planteo. Pero allí lo disfruté mañana, tarde y noche. 

Estas fotos me las hizo mi hermano, que es un crack. Así, en general. 


Escorpio en agosto. Ya lo hago con mucha seguridad y me agarro el pie sin titubear. Sigue siendo una de mis figuras favoritas. Debe ser porque es mi ascendente :)


El Superman. No es que esté perfecto, pero es una figura que en clase había intentado sólo un par de veces, a pesar de que no es muy complicada. Lo que pasa es que al principio es insufriblemente dolorosa. Te quema y duele el entremuslo que lo flipas. Luego, con el tiempo, a muchas les deja de doler. A otras no, y se apañan como pueden. Bueno, pues allí en el campo, es la figura que mejor saqué por mí misma. Cuando llegué no sabía hacerla (porque una cosa es en clase, mientras la profesora te ayuda, y otra es pillarle el punto de verdad) y cuando me fui, más o menos me salía. Aún me cuesta. La hago, pero no le tengo pillado el punto. Eso sí, este momento fue glorioso para mí. Creo que se nota :D



Esta es Timba, la perra de mi hermano. No paraba de rondar por ahí y es que quería probarlo. 
Como veis, el suelo, hasta que busquemos una solución, es bastante rudimentario. Es una valentía girar descalza ahí porque te puedes rebanar un dedillo con la junta de una baldosa, así que usaba deportivas o al menos calcetines, excepto cuando ya me ponía acrobática que me descalzaba.

Ah, fueron unos días sensacionales. Luego tocó volver a Madrid, a currar, y a las clases. Como había estado fuera casi toda la primera quincena, lo que hice fue un intensivo a mi vuelta. La tercera semana de agosto fui a cuatro clases (lo que suelo hacer en un mes) con una profesora nueva, Ka Grillet, que es una grandísima profesora.  Nos dio muchísima caña en acrobacias y una de las figuras que aprendí fue esta, que no nos dijo el nombre pero yo la llamé El Garabato. 



Le tengo mucho, mucho cariño a esta figura por dos razones: una es que me parece enrevesada, estéticamente desconcertante. Pero la principal, es que me salió a la primera. Oh yeah, eso nunca pasa. 

Dos cosas que noté en agosto:

-Mis empeines deformes, de antibailarina, mis Antiempeines (que son algo así, habrán imaginao, como lo que es el Anticristo a Cristo) han comenzado a mejorar. Algo que creí imposible. No es que estén bonitos, creo que nunca serán bonitos, pero a base de mucho empeño han mejorado un poco. Lo cual es muchísimo. 

-Mis hombros. Hace un par de meses que vengo notando eso: Me falta fuerza en los hombros. Hay figuras que me ayuda a hacer la profesora, que noto que mis piernas, abdominales y brazos pueden con ello, pero que mis hombros están a punto de chascar. También creo que me limita a la hora de los giros. Necesito ganar fuerza en los hombros y oh, me parece que voy a tener que hacer ejercicio extra. 

Eso te hace el pole: No quieres fortalecer tu cuerpo porque sí. Es por y para la barra. La barra es el fin. Ponerse fuerte es el medio. Nunca me hubiera dado por pensar en mis hombros, ni en mejorarlos. Eso te hace la barra. Es bonito. 

Así que ya estamos casi al día. La próxima entrada hablará de lo que estoy haciendo en septiembre, que trae una gran novedad: voy a tomar clases de telas aéreas. Tengo muchísimas ganas. Será volar de otra manera. Y nunca se me hubiera ocurrido apuntarme a clases de telas aéreas si no hubiera empezado a hacer pole dance. Es verdad que el pole te cambia. 

miércoles, 4 de septiembre de 2013

quinto mes - la única bandera de mi casa soy yo

Y con mi quinto mes de pole dance quiero decir julio. Ya casi casi me pongo al día :)
Pues en el quinto mes, además de hacer algunos avances, empecé a notar el estancamiento. Es normal. Yo no hacía deporte. Nada. Cero. Los tres o cuatro primeros meses de clases fueron una progresión muy rápida, y luego ha empezado a ir más lento. Lo asumo, es así: se llega a puntos en los cuales sólo sigue o una progresión muy lenta (o estancamiento, y se convierte en tu gimnasia de mantenimiento, lo cual también está bien) o la decisión de dedicarle más tiempo. No hice lo segundo por dos motivos: uno, el económico, y dos, mi horario de trabajo que es de tarde. Durante la primavera las compañeras de mañana me cambiaban el turno muchos días y yo dedicaba al menos un par de horas de mis tardes libres a ir a practicar por libre. En julio eso se acabó. Y se nota mucho, de practicar dos días o tres, a practicar uno y en clase (que no te puedes picar durante media hora con ese movimiento que no te sale). Así que bueno, me estanqué un poco y aún así pude hacer algunos logros. 

Como la bandera, que la tenía muchas ganas. Y eso que aún no me sale bien del todo. Pero esta fue una de las primeras veces que lo logré.


y este Escorpio ha mejorado sensiblemente respecto al de hace dos meses. Tanto, que ya me agarro el pie. Fue otro pequeño logro. Pasito a pasito.


Así que, voy puliendo lo que puedo. ¡Y quiero más!




cuarto mes: soy una yonki de las barras bueno y qué

El cuarto mes con mis clases de pole dance fue junio.
Empezó muy fuerte, ya que el primer fin de semana se celebró el Campeonato de España de Pole aquí, en Madrid. Fuimos muchas alumnas de la escuela a verlo. Y claro, pasa lo que pasa: que te vienes arriba. Al salir del pabellón deportivo vimos una barra y allá que fuimos, a hacer las monas.



La inversión a V (aka Venus) es muy agradecida porque si le pillas el ángulo, parece que te abres 180º. Y nanay del peluquín, en realidad no. Pero lo parece ¿eh? :) Shhhhh...Este truqui queda entre tú y yo (bueno, y todas las polistas del mundo).

A mediados de mes tuvimos una noticia sorpresa: venían de los informativos de la tele a grabarnos. ¿El motivo? pues que empezaba a ser verano y necesitan noticias ligeras, y eso sí: que se está poniendo de moda. Es que en España está tardando mucho en calar. Nos llevan años luz de ventaja en latinoamérica y en toda europa. Por no hablar de Australia. Por no hablar de Rusia. En fin, triste pero por fin alentador: parece que está despuntando. La verdad es que el boca-oreja está haciendo maravillas. Yo animé a dos amigas que siguen, y una de ellas ha traído a otras dos, y así. Poco a poco, estamos levantando este deporte. Sueño con el día en que en cada gimnasio tengan unas cuantas barras. Y en los parques. Oh.. Eso sí sería genial.

Así que nos grabaron. Si es que no han quitado el vídeo, lo podéis ver pinchando aquí. Sólo es un minuto y algo, pero salimos hablando y todo, para regocijo de familiares, amigos, vecinos y conocidos. Estuvo genial, porque nos grabaron toda la tarde, es decir: tuvimos casi tres horas de clase intensamente intensiva de regalo. Y de paso ayudamos a la escuela a promocionarse. A primera vista podía parecernos una putada que la presentadora fuera guapa y arreglada, y nosotras ahí sudando como bichas, despeinadas, desmaquilladas y deshidratadas. Pero empezamos a hacer cosas y ella y los cámaras flipaban cuando decíamos que no llevábamos ni cuatro meses haciéndolo. Y toda sensación de inferioridad de condiciones desaparecía cuando hacías un murciélago, un cupido o una secuencia de Carrusel-Carmen Electra-Bombero. Y es que para la gente que no lo hace, (podríamos llamarlos 'civiles' -y esto de los civiles lo saqué de un blog de pole en inglés, del que ahora no recuerdo el nombre, lo buscaré) resulta bastante espectacular.

Y a finales de mes, tenía que ir a Asturias a una boda. Mi amor y yo decidimos quedarnos un día más para hacer un poco de turismo, y fuimos a los lagos de Covadonga. Yo nunca los había visto. Había muchos carteles, pero sólo este, en lo alto, entre los dos lagos, estaba roto. Lo que lo convertía en una barra espectacular. Y me marqué otra inversión en V. Porque, la verdad, con vaqueros largos y jersey no se me ocurre mucho más que hacer. Se necesita la piel para agarrarse. O mucha fuerza, para hacer acrobacias de brazos. Pero mi fuerte son las piernas. En fin, todo llegará y podré variar de figura para las fotos improvisadas con vaqueros largos :)


Y junio, es decir, mi cuarto mes en pole dance, pasó así. Con acontecimientos y muchas ganas de seguir aprendiendo cosas nuevas.

sábado, 31 de agosto de 2013

tercer mes - el antes y el después (la capulla que quería ser mariposa)

bien, mi sensación durante el tercer mes practicando pole dance, se puede resumir en una sola imagen:
sí, el pole te cambia. 


Esta foto es del 1 de mayo, exactamente de mi novena clase. Apenas comenzaba mi tercer mes de clases.
Lo llamo La Murciégala Feliz y no tiene ningún misterio para alguien que también practique pole, 
pero ah, sabrá qué bonito es lograrlo.

En esas fechas pasé bastantes ratos así, para adquirir conciencia espacial cuando estoy invertida porque, queridos telespectadores, cuando una está cabeza abajo no sabe de qué pierna ni de qué brazo le hablan. Es acojonante. No te das cuenta de lo torpe que eres cabeza abajo hasta que te pones. Entonces, encontré muy útil lo de quedarme suspendida y pensando: a ver, voy a doblar la pierna izquierda, voy a doblar la pierna derecha, ahora hacia delante, ahora hacia detrás. Es necesario. Porque hay que ganarse la noción espacial. Es muy divertido y siempre nos echamos unas risas de buen rollo cuando una u otra está cabeza abajo intentando coordinar y mover la extremidad que le dice la profe hacia donde le dice la profe. A veces no se consigue, te quedas ahí bloqueada porque no entiendes la relación entre la profesora gritando '¡LA PIERNA DERECHA!' y tu cuerpo. No obedece. Y nada, te bajas y lo intentas de nuevo, hasta que lo hagas. Pero tiene gracia. Hay que aprenderlo todo, de nuevo. Es bonito.

También aquí se empieza a ver que hay gente que tiene más resistencia natural a estar cabeza abajo que otra. Como un instinto de verticalidad cabeza arriba. Yo no lo tengo mucho. Me gusta estar cabeza abajo, (en unas figuras se está más cómoda que en otras, claro, pero) eso nunca me costó. El cuerpo no me lo repudia instintivamente. Es una suerte.



aquello de que empiezas a buscar barras por todas partes. así fue. 


Estas dos fotos son de mediados de mayo. Resulta que en Madrid casi todas las barras tienen la base cuadrada o rectangular. Faltan barras en el mundo, sabes. En ese sentido, el mundo está muy mal diseñado. Así que cuando veo una que sirve, me cuesta mucho cortarme. En esta pasé un buen rato, a pesar de que los vaqueros largos limitan bastante.




...sí, mayo fue un subidón. cuadraditos en la tripa, oigan.


 

Y esta es una mariposa de finales de mayo. Bastante más bonita que las primeras.



Y a finales de mayo también, conseguí extender la mariposa, cuyo esquema sería este de arriba. Lo que es jodido y no me apaño es para volver a la barra una vez que la he extendido. Me voy, delicadamente eso sí, hacia el suelo. Ja. Pero creo que lo podré lograr.


También en mayo conseguí hacer con soltura la figura del Escorpio (aka Gemini). Y esto fue otro logro importante: el principal punto de apoyo es sólo una corva. Antes de ser capaz de hacerla, me parecía una de las figuras más bonitas del mundo mundial. Algo de circo. Algo que veía imposible hacer. Fue otro imposible convertido en realidad gracias a la barra. El esquema es: invertir, enganchar la corva de la pierna fuerte, y dejarse caer hacia atrás para que la axila contraria haga pinza con la barra. Pero la axila no soporta mucho peso, el meollo es la pierna, y la cadera, y tener la seguridad suficiente como para dejarse caer hacia atrás. Es curioso como a cada una le dan más miedo unos u otros ejercicios. El Escorpio nunca me dio miedo, sin embargo sigo estando insegura y me da más sensación de posible caída el Laybak, que se supone que es un clásico básico.
mi escorpio en mayo. veréis como en un par de meses es más bonito.


Así acabó mayo: con el visto bueno de la profe para considerarnos, al minigrupo de las que llevábamos tres meses, como alumnas de nivel intermedio. Intermedio, nenas. Dejamos de ser principiantes.

Un buen día, llegamos a clase, nos pusimos a calentar, a practicar secuencias de giros y a hablar de figuras, y había chicas nuevas flipando y preguntándonos cuánto tiempo llevábamos. Exactamente como estábamos nosotras el primer día.


segundo mes: mariposas, cupidos y aterrizajes poco forzosos

El segundo mes, en mi caso abril, aprendí mucho. 
El resumen sería este:

En mi quinta clase, conseguí hacer la mariposa con cierta autonomía. Esta es la primera foto que tengo de una mariposa: 


Así que, claro, aunque no sea ni mucho menos perfecta, tengo mucho cariño a esta foto y a la figura de la mariposa, el primer invertido que conseguí hacer, uno de los primeros que suelen enseñar. Como dije por ahí, es el primer invertido para muchas de nosotras. Y lo atesoramos. Digamos que este es el primer hito, la primera cosa que se consigue hacer que se parece a circo. Esto estaba por encima de mis expectativas. Un mes y medio atrás, justo antes de empezar las clases, no me planteaba que podría hacer esto. Y me sentí genial. Como que si puedes hacer eso, entonces puedes hacer más. En la barra y en todo. 

El segundo mes fue un chute, ciertamente. Los giros van saliendo mejor, y hay otras cosas que noté:

-Vas aprendiendo a caer. Sí, a caer. Porque, y esto no te lo planteas antes, al principio despegas los pies del suelo, vuelas una o dos vueltas, y caes con dolorosa torpeza. Haciendo ruido. Dejándote las plantas de los pies. (Ah sí, consejo: cuidado con caer de golpe cuando estás aprendiendo a invertir. Intenta suavizar el aterrizaje.) Pero poco a poco, empiezas a caer mejor cuando acabas un giro, y tus pies adquieren fuerza y tú tienes cada vez más agilidad para volver a levantarte. Estos son algunos de los detalles que diferencian a una principiante de una que lleva más tiempo. La elegancia al caer, o al menos la dignidad de no quedarte enganchada de mala manera, hecha un nudo, se va ganando. Las que la tienen ya ni son conscientes de que la tienen. Es otra batalla.

-Derivado de lo anterior: adquieres fuerza en los pies. Yo me di cuenta de esto en el metro. Con el vaivén del metro, que me hacía tambalear menos. De pronto los pies respondían mejor, era consciente de mis pies, de cómo se activaban con el movimiento del vagón. Fue curioso. 

-Alguna amiga se apunta contigo y hacéis comando. Esto es muy bonito: El pole es un deporte individual de equipo. Es increíble el clima que se genera en una clase donde compartes sudor, sangre, moratones y pérdidas inmediatas de dignidad al quedarte anudada en la barra, o al gritar como una nena al entrar en pánico, cabeza abajo y sin saber cómo coño bajar. Y cuando empiezas a hacer invertidos pero aún no te atreves a hacerlos sola, lo normal es ayudarse unas a otras y hacer de red y colchoneta y apoyo de las demás. Hay aplausos cuando una consigue una figura, abrazos y euforia, y también hay apoyo y ánimos cuando se comparte la frustración, porque siempre hay y habrá algo que no te sale, y siempre hay y habrá alguna clase cruzada en un día malo. Lo que todavía no hemos tenido, ninguna de las que empezamos más o menos a la vez y que hemos hecho clan, es una crisis de fe o ganas de dejarlo. Siempre, siempre, tenemos ganas de seguir. 

-Al final del segundo mes, esto es, cuando lleves unas ocho o diez clases, seguramente puedes esperar tener los giros básicos dominados, es decir: con mayor amplitud y mejor caída. Estarás puliendo defectillos, ganarás fuerza en manos y pies, y comenzarás a notar cosas en abdominales, piernas y en general el cuerpo y el alma. 

-También te mareas menos, y aguantas más rato girando antes de que las manos duelan o se desollen. 

-Deberías estar invirtiendo con cierta autonomía, y tener seguridad para soltar las manos, ponerlas en el suelo y bajar despacio desde la posición del pino. Y seguramente puedas hacer unas cuantas figuras diferentes en la vertical.

-El Cupido seguramente será una de ellas. Doloroso como él solito al principio, doloroso en la corva hasta un punto casi insoportable, un día llegas y ya no te duele tanto. Es así. Esta figura tiene muchas variantes, y se puede llegar a ella de muchas maneras, al igual que enlazarla con muchas otras después. Es muy versátil y aunque casi todas odiábamos hacerla al principio, ya os digo, más que nada por el puto dolor insufrible, no es complicada y hay que insistir en ella, para que deje de doler. 

En realidad, poco después descubres lo que puede llegar a doler sostenerse con la axila o con la tripa y ya no te parece tan horrible lo del Cupido

-Igual que el mes anterior y que el que viene, aprendes figuras que de momento no te salen pero que te saldrán. El Escopio fue una de las mías en abril. Por cierto, en abril cambié de horario y en consecuencia de profesora. Desde abril hasta julio mi profesora ha sido Marina Díaz, que es una bailarina espectacular y una maestra brillante. Es esta foto me está enseñando a hacer el Escorpio y a pasar de ahí a Géminis, con un cambio de corva. Bueno, lo de los nombres de las figuras en realidad es un sindiós, y entre Escorpio y Géminis hay mucha confusión. En general con todas, no hay nombres homologados y es un jaleo. Para mí esto es un Escorpio-Gemini-Escorpio, y para la que ha hecho este magnífico vídeo (¡gracias!) es justamente al revés.

Adoro esa acrobacia. Aún no la domino, y me pasa lo mismo con otras acrobacias que tengo a medias: me da mucho respeto practicarla sola y sin cochonetas, y hacerla media docena de veces en clase no es tenerla dominada. O tienes barra en casa, o tienes tiempo y dinero para asistir a muuuchas clases, o hay acrobacias que se quedan a medias varios meses, porque en las clases se avanza y se aprenden cosas nuevas, y no hay tiempo material para afianzar tooodo lo que has aprendido hasta ese momento. No sé si me explico. Creo que sí. Total: que adoro el cambio de corva que lleva de Escorpio a Gémini y esta fue la primera vez que lo hice, G.A.P (Gracias a la Ayuda de la Profe).



Y así acabó el segundo mes, abril. Con muchas ganas de ver qué me deparaba mayo en mi ya querida barra.

-Ah, se me olvidaba un efecto colateral que surge en torno al segundo mes: El síndrome de abstinencia te hace buscar barras por todas partes. No ya en el metro que es más evidente, si no por la calle: señales de tráfico, postes, puntales de obra, parques infantiles. Todo adquiere una nueva perspectiva. 


primer mes - giros, mareos, moratones y ganas de más

Es un hecho. Se me va de las manos, y yo no soy de esa gentuza que empieza un blog, escribe cuatro cosas y lo deja ahí plantado. Nononono (gesto de negra chunga). Pero es que agosto en Madrid ablanda el cerebro a cualquiera, supongo. Ahora que se ha relajado el puto calor infernal voy a retomarlo. Está bien, el calor no es excusa. Así que voy a hacer aquí un propósito por escrito: en menos de seis días voy a resumir estos seis meses de mi relación con el pole dance (pole sport, o pole fitness, o pole art, que de todas estas maneras lo he escuchado ya) .

Veamos. Llevo seis meses practicando pole dance y la semana pasada conseguí hacer entre otras figuras, esta, que no sé cómo se llama pero que yo la he bautizado 'el garabato':

el mundo se ve mejor desde aquí

Bueno. Si acaso has llegado aquí porque estás planteándote empezar o porque estás empezando, observa atentamente: en menos tiempo del que crees harás esto y mucho más.

Si has llegado aquí porque lo practicas hace tiempo, sabes de lo que hablo. Choca tu mano callosa con la mía, amiga.

Hace exactamente seis meses, estaba a punto de asistir a mi primera clase y si me hubieran enseñado esta foto con su fecha, hubiera flipado.

Así que esto que sigue es mi resumen del camino. Creo que no es muy diferente del de otras amigas que vienen a hacer barra conmigo.

DESCUBRIMIENTOS DEL PRIMER MES: LA BARRA DUELE.

Sí, esto es así. La barra duele, sobre todo al principio. Luego va doliendo menos, y además una se acostumbra y hace callo. Las primeras clases son dolorosas. Parece que a todo el mundo se le dé mejor que a ti y tú estás ahí sudando como una cerda y te sientes como un saco de piedras. No pasa nada. Si sigues, empezarás a disfrutar. La barra es adictiva. Si te engancha, volverás. Si no, pues nada. Lo dejarás, encontrarás algo que te guste más y listo.

Esto es así. Veo chicas que empiezan y no vuelven. Algunas dicen: es demasiado duro. No lo sé, supongo que el umbral del dolor es diferente para cada persona. Pero doler, duele a todas. A las nuevas más, pero a las que llevamos más tiempo también. Y a las profesoras también. Y a Felix Cane también. Es un hecho objetivo. Cuando sólo has visto vídeos, no te haces a la idea de lo que duele la barra. Parece todo fácil y ligero. Y luego llega el primer día, y es muy duro. Y el segundo. Y el tercero. Y a partir de ahí, creo, o asumes y aceptas el dolor que conlleva y sigues, o lo dejas. 

En cuatro clases (es decir, un mes, si vas una clase a la semana como era mi caso) creo que más o menos cualquiera puede tener dominados los giros básicos en suelo. Probablemente no hagas secuencias largas (y esto se debe también a que la barra marea MUCHO al principio. Y si la barra fija marea, dejemos para otro día el Escandaloso Caso de la Barra Giratoria) ni sepas bien cómo enlazar los pasos, pero podrás hacer caminatas, bomberos, carruseles, y muchas cosas más. También estarás adquiriendo maña para escalar, que es algo que al principio cuesta mucho a no ser que seas deportista y estés en forma. Mi consejo es: escálate la barra unas cuantas veces cada clase, las que puedas. Seis, ocho, diez. Bueno, con lo de escalar es que salí un poquito obsesiva: parecerá una tontería, con las cosas que se ven hacer en los vídeos por ahí, pero a mí siempre me ha flipado ver cómo escalan la barra, así como sin esfuerzo. Y me he currado mucho lo de escalar. Ya ves, me gusta. Cositas que tiene una. 

Durante mi primer mes, que fue marzo de este año, fui a clase los sábados de 11:30 a 13:00, y luego iba un día entre semana, por libre, a practicar un par de horas. Y en ese tiempo empezó a pasarme que:

-Adquirí fuerza en los brazos. Supongo que los tenía tan débiles cuando empecé, que eso es lo primero que noté. Y lo noté el primer mes, sí. El pole actúa Muy rápido. Es fulminante.

-Empecé a mirar con otros ojos las barras de los vagones de metro, y, disimuladamente, a agarrarlas fuerte.

a todas nos pasa: vamos en el metro pensando en hacer esto


-Acabé el mes escalando más o menos con soltura...escalada básica, recta, sin subir girando ni nada, pero conseguí escalar y que no pareciera que estaba haciendo un gran esfuerzo.  



-En la tercera clase, hice una mariposa con muuuucha ayuda de la profe y sin que me atreviera a practicarla hasta la siguiente clase, por aquello de que da como miedito caer de boca o de nuca y que no esté la profe para salvarte la vida. 

-Así que fue un logro, ya a final de mes, conseguir hacer el invertido básico yo sola. Hasta que inviertes la primera vez...pues eso, según tu forma física, tu agilidad y tu arrojo, te puede llevar una clase o seis. Creo que en la tercera lo logré. Pero de lograr enganchar el pie arriba por primera vez, a poder decir que sabes invertir, hay un trecho. Y bueno, eso se va trabajando. 

ea, esta es la definición gráfica de 'invertido básico':
y de ahí, al infinito :) 
la que está cabezabajo soy yo
y la que sale al fondo es una gran amiga que se apuntó un par de semanas después que yo,
y la que me hizo la foto, lo mismo. porque cuando una empieza a hacer pole
y le encanta y lo cuenta  a sus amigas, alguna se pica y empieza y va y le gusta,
y acabáis haciendo un comando de yonkis de las barras. es genial.


Así que unas expectativas razonables para alguien que empieza, tras cuatro o seis clases de hora y media, serían:

-Poder hacer giros básicos y algunas secuencias de giros.

-Poder escalar y hacer alguna figura básica en vertical, como quedarte sentada en la barra y soltar las manos, o hacer una horizontal con el cuerpo (al principio sin soltar una mano).

ejemplo de figura vertical que se puede hacer con cuatro clasecitas de ná. 
igualita, igualita, pues a ver si me entiendes, es posible que no te vaya a quedar,
pero hacerla, la vas a hacer. luego hay mucho tiempo para perfeccionar.


-Haber realizado algunas otras figuras más complejas Con Ayuda de la Profe, cosas que empiezas a practicar pero que afianzarás más adelante y pueden ser mil, por ejemplo la mariposa (que es un invertido muy entrañable para muchas de nosotras...porque es la primera figura invertida que aprendimos a hacer) o el layback (aka 'palanca' y otros mil nombres) que personalmente, me acojonaba y me sigue acojonando, pero la teoría es muy fácil y es uno de los primeros que te enseñan también. 

-Aumento de tono muscular.

-Tolerancia creciente a moratones y agujetas.

-Un inquietante síndrome de abstinencia.




domingo, 28 de julio de 2013

cualidades importantes para el pole dance


FUERZA: Sí, lógico. Sin ella no puedes sostenerte alrededor o sobre la barra. Lo importante es que no es necesario que estés fuerte antes de comenzar. El pole te desarrolla la fuerza necesaria poco a poco. Como sólo se trabaja con el peso del propio cuerpo, la musculatura que se desarrolla es fina. El pole te saca el cuerpo que tienes. Si eres de naturaleza más robusta o más atlética o más musculosa te marcará eso, está claro. Si eres más delgada o larguirucha te pondrá cuerpo de bailarina de ballet. En cualquier caso tu cuerpo se volverá más fuerte, fibroso y flexible. A cada una según su constitución, pero siempre para mejor. Siempre tiende a estilizar, tanto el cuerpo como los movimientos. Lo observo en todas las bailarinas que conozco.



AGILIDAD: De hecho, para hacer que parezca fácil, para moverse con soltura en la barra, hace falta fuerza. Para la agilidad encima de la barra hace falta estar fuerte y practicar muuuuchas muuuchas horas. Si sólo eres fuerte, harás las acrobacias de forma correcta pero mecánica, sin gracia. Yo relaciono la agilidad con eso, con la parte que se trabaja bailando mucho hasta que los movimientos están 'limpios', es decir, cuando los has repetido cientos de veces. Agilidad, elegancia, soltura, gracia, sprezzatura. Se necesita fuerza, pero a veces puede suplir a la fuerza. Por ejemplo: hay chicas que no hacen grandes acrobacias verticales de las de fuerza, pero son muy buenas y elegantes girando en suelo. Cada una tiene su punto fuerte, su estilo y su personalidad al moverse.


FLEXIBILIDAD: En mi escala, va por detrás de las otras dos cualidades. Queda muy bonita y hay figuras que lucen mucho más, pero no es imprescindible y creo que a nadie le debería frenar para empezar a practicar pole dance el hecho de no ser flexible. La flexibilidad se va ganando poco a poco, igual que la fuerza, igual que la agilidad. Y, repito, para un nivel 'usuario' no es ni mucho menos un impedimento. la flexibilidad es un plus. Se puede suplir de mil maneras. Eso no quiere decir que no le pongas empeño para mejorarla, porque todo se puede mejorar.

todas pasamos por esto. ¡no te desanimes!
Leen Isabel es una magnífica ilustradora que ama el pole dance

DISCIPLINA Y CONSTANCIA: Eso es. Quizá es la cualidad más importante. Es una cualidad que te ayuda a conseguir la fuerza, la agilidad, la flexibilidad y todo aquello que te propongas. Hay clases mejores, en las que consigues hacer ese giro o esa figura que se te resistía o que deseabas aprender, y hay clases peores en las que estás cruzada y nada te sale. Pero hay que seguir. Si sigues, si perseveras, si no abandonas, tarde o temprano lo conseguirás. Esto ayuda para la vida. Para todo lo demás de la vida. 

SEGURIDAD EN TI MISMA: Esto es algo que puedes traerlo de antes pero aún así se amplificará cuando practiques pole dance. puede sonar a tópico, pero no estoy hablando sólo de algo emocional o de si te ves guapa o fea en el espejo cuando te ves en shorts. No no no. Hablo de que vas a hacer cosas como escalar un par de metros, cruzar las piernas fuerte, vas a soltar las manos y a dejar caer tu cuerpo hacia atrás, sin arnés, sin colchoneta, en una postura en la que si tus piernas ceden, perfectamente te podrías romper el cuello, y en la que sólo cuentas con la fuerza de tus abdominales para volver a subir. 
después de hacer cosas así, confías más en ti misma. Es un hecho.

layback: El cuerpo lo entiende como situación de peligro
y te recompensa con un chute de adrenalina.

Y estas son las principales cualidades que creo que se necesitan y que se desarrollan con la práctica del pole dance. ¡Casi nada!