miércoles, 29 de enero de 2014

en nuestra propia realidad

"Todos mis amigos están casándose, teniendo hijos o comprando casas.
Y yo estoy aquí como 'Oh dios mío, acabo de conseguir este nuevo movimiento de pole!'"

y más:
la puta crisis, los putos políticos, el paro, el hambre, la muerte y la destrucción, Isla Basura, los pesticidas, la factura de la luz, pero

HE CONSEGUIDO MANTENER LA ESCUADRA
HE CONSEGUIDO MANTENER LA ESCUADRAAAAA,
OLÉ OLÉ OLÉ SÍ SÍ SÍ
YIIIIIHAAAAAAAAA

es más:

HE CONSEGUIDO MANTENER LA ESCUADRA
DESDE UNA INVERSIÓN DE HOMBRO,
PERO QUÉ ME DICES, PERO QUÉ ME ESTÁS CONTANDO
OOOOHHH YEAAAHHHHH

domingo, 26 de enero de 2014

la piel en su punto

Con los meses ha ocurrido que he aprendido a reconocer cuándo mi piel está en el punto en que se engancha a la barra como velcro. Es un punto entre seca y húmeda. Es después de calentar y antes de empezar a sudar. La piel está como esponjosa. Como en su punto. Y entonces me siento bastante animal. Como una salamanquesa trepadora. Sé que lo que dependa de la fuerza probablemente tardará en salirme, (aún tengo que ganar bastante fuerza) pero lo que dependa de los agarres, casi seguro lo haré. 

Cuando me quedo fría, la piel me resbala y no agarra. Y se nota tan bien. Una vez que has aprendido a notarlo, se nota tan claro. 

Cada cosita que voy conociendo sobre mí, gracias a la barra. La agradezco. 

domingo, 19 de enero de 2014

el proceso habitual entre música molona y pole dance

1) escuchas por ahí una canción molona o parte de ella y piensas "uoh, esta canción está genial para bailarla con la barra"
2) normalmente gracias a google averiguas título, cantante, etc.
3) vas a youtube y pones "pole dance"+"título de la canción molona"
4) compruebas que siempre lo han pensado antes y sobre todo mejor que tú.






viernes, 17 de enero de 2014

reflexiones acerca de empezar a hacer pole dance alrededor de los treinta años sin experiencia en nada más

-Al principio acompleja un poco la falta de fuerza, de agilidad, de flexibilidad.

-Poco a poco ganas fuerza, agilidad, flexibilidad y muchas otras cosas. 

-Te das cuenta en seguida de que treinta o treinta y algo es la edad promedio de casi todas tus compañeras de pole. Yo pienso que esto es así porque en general, las treintañeras tienen/tenemos un mínimo nivel adquisitivo que nos lo permite. Importante, porque una veinteañera universitaria que dependa de sus padres...no es muy probable que le sobren o que sus papás le paguen casi setenta euros al mes por una clase a la semana de un ejercicio sobre el que además pesan ciertos prejuicios en ciertos sectores. Y es una pena, claro. 

-Otro factor para llegar después y no antes, es que hasta ahora no es un deporte conocido, se imparte en pocos sitios y es difícil que se te ocurra empezar. El boca a boca trae más chicas a clase que ningún otro medio, al menos ahora mismo y siempre hablando de Madrid. Hasta que no conoces en carne y hueso a alguien que lo practica no te animas. Esto pasa. 

-Todas pensamos: Ojalá hubiera descubierto esto hace diez, cinco, aunque fuera tres años. Todas lo hemos pensado: Ojalá lo hubiera descubierto antes. Pero ya no lo pienso. Ahora siempre pienso: menos mal que no lo descubrí después. Menos mal que no lo dejé pasar hasta dentro de diez años. Menos mal que ha sido ahora y no dentro de cinco años. Menos mal que probé, menos mal que no lo dejé pasar. Menos mal. Qué suerte he tenido por descubrirlo. Qué suerte que lo haya encontrado a tiempo, cuando nada me duele y aún me quedan muchos años por delante (toco madera) de ser ágil y fuerte y flexible si me lo curro. 

-Todas pensamos: Maldita sea, ojalá hubiera seguido con las clases de gimnasia rítmica/ballet/danza/etc, incluso, ¡¡ojalá hubiera seguido colgándome de los columpios!! pero no hay que torturarse: lo que no fue, no fue. Hubiera estado bien, pero es mejor pensar que tienes mucho tiempo por delante todavía para mejorar y recuperar el split de la niña que fuiste. Mi consejo: no uses tu energía en pensar en esa vida paralela. Intenta usarla en hacer abdominales, flexiones, sentadillas o en abrirte de piernas. Literalmente, y como y para lo que quieras. Será más provechoso. 

-Cuando coincides en clase con chicas que sí tienen experiencia, es decir, que son bailarinas profesionales o de larga duración, que han sido gimnastas, que han hecho circo, etc, entonces es cuando notas las diferencias. Esos empeines maravillosos, esas piernas de mármol, esos hombros perfectos. Esos movimientos suaves y elegantes. Esa increíble flexibilidad. Ante esto, sé que hay cosas que ya no pueden ocurrir en mi cuerpo y lo acepto. Sé que hay otras tantas que pueden mejorar mucho. Cuando coincides más, empiezas a conocer algo más profundo: muchas de las que se dedican o han dedicado profesionalmente a la danza, a la gimnasia, al circo, en esta edad empiezan a tener lesiones crónicas. El cuerpo lleva toda la vida entrenando mucho. Se desgasta. Fue otra toma de conciencia. Hasta ahora he tenido suerte y no me he lesionado nada. No, nada que me haya mantenido lejos de la barra ni siquiera una clase. Al revés: hasta ahora, hacer barra me ha aliviado los dolores de espalda que tenía, que eran debido a la falta de musculatura. Y de pronto me pareció un lujo, saber que de momento puedo hacer toda la barra que me apetezca. Y no sé, fue como mirar mi cuerpo desde fuera y ver que en este sentido, en el de hacer deporte, está casi por estrenar. Nuevecito. Me puedo crujir un tobillo o un hombro o el cuello esta misma tarde, eso nunca se puede saber, pero será algo fortuito. No es nada que mi cuerpo venga arrastrando. Por ahora está aquí aguantando, desde hace once meses. 

Y ya está,  tal vez esa sea la conclusión: la desventaja siempre trae alguna ventaja. Y viceversa. 

recomenzar

Bien, ha sido una larga pausa en el blog.

En este mes y casi medio ha habido algunos cambios significativos en mi vida, como que de momento me he quedado sin trabajo. Lo cual me deja más tiempo para entrenar, pero menos dinero para invertir en clases.

Veamos: desde mediados de diciembre hasta el martes pasado no he hecho prácticamente nada de barra (si exceptuamos esa fiesta en la que acabamos una docena de personas haciendo el mono con mi sufrida Junca).

Aún así, diciembre cundió bastante. Se hizo lo que se pudo, y tuve algunos avances, especialmente en la barra giratoria. Que es taaaan bonita y marea taaaanto. También está controlado ya el Cupido sin mano, esa figura que parecía jodidamente imposible cuando empecé. Y ya ni siquiera duele. No duele ni un poco, no.

Cupido sin manos y lo que mola más,
sin dolor.
Y en enero, mi undécimo mes, sólo he tenido la clase del martes pasado, y esta tarde voy a otra.
Tengo un poco de bajonera post vacacional, tengo que recuperar un poco el ritmo. Y ponerme a entrenar en serio con mi Junca, próximamente, en cuanto pueda trasladarme temporalmente a casa de mi amor con mis bártulos y mi gata. Tengo tiempo, tengo ganas, no tengo lesiones. Quiero dedicarle sudor a esto.

Y dedicarle más tiempo a este blog, también. Que crezca y que gire y que vuele.

* Aviso: en próximas fotos mis apariencia puede variar ligeramente. Año nuevo = melena de colores nuevos.